Carlos Manuel de Céspedes y Quesada
Carlos Manuel de Céspedes y Quesada | |
Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, 1933 | |
13 de agosto de 1926 – 5 de septiembre de 1933 | |
Precedido por | Alberto Herrera y Franchi |
Sucedido por | Pentarquía |
Datos personales
| |
Nacimiento | 12 de agosto de 1871 Nueva York, Estados Unidos |
Fallecimiento | 28 de marzo de 1939 La Habana, Cuba |
Cónyuge | Laura Bertini y Alessandri (1915) |
Hijos | Carlos Manuel de Céspedes y Bertini, Alba de Céspedes y Bertini |
Profesión | Diplomático |
Alma Máter | Colegio Stanislas, París |
Religión | Católico |
Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (Nueva York, Estados Unidos 12 de agosto de 1871) - 28 de marzo de 1939 Vedado, La Habana). Político, escritor, diplomático, militar. Era hijo del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y Ana Maria de Quesada y Loinaz, así como familiar de Perucho Figueredo. Fue Secretario de Guerra y Marina, y el séptimo Presidente de Cuba en 1933.
Sumario
Familia
Carlos Manuel de Céspedes y Quesada nació el 12 de agosto de 1871 en Nueva York, Estados Unidos, donde vivía su madre exiliada.
Su padre era el patriota Carlos Manuel de Céspedes, autor del Grito de Yara con el cual comienzó la Guerra de los Diez Años por la indepedencia de Cuba. Su madre era Ana Maria de Quesada y Loinaz, hermana del máximo General en Jefe del Ejercito Libertador cubano Manuel de Quesada y Loinaz.
Después de la Asamblea de Guáimaro (10 de abril de 1869), Manuel de Quesada y Loinaz invita a Carlos Manuel de Céspedes a una comida en su casa. Allí conoce a Ana María y se enamoran. La familia de Quesada y Loynaz era de las más distinguidas de la sociedad de Puerto Príncipe (como entonces se llamaba Camagüey). Otro ilustre pariente de la familia era el General Ignacio Agramonte y Loinaz, primo de los hermanos Quesada y Loinaz.
La primera esposa de Céspedes, María del Carmen de Céspedes, quien había sido su prima, había muerto de tuberculosis, el 19 de enero de 1868.
Carlos Manuel de Céspedes y Ana de Quesada y Loynaz se casaron el 4 de noviembre de 1869, en San Diego del Chorrillo, Najasa, en los campos de Cuba Libre. En aquel entonces Ana María tenía 26 años y Céspedes 50.
El matrimonio tuvo su primer hijo un primer hijo Oscar, así llamado en recuerdo del hijo de Carlos Manuel de Céspedes, que había sido asesinado por los españoles tras la negativa de Céspedes de abandonar la lucha armada. Ana de Quesada vivía con su madre, hermanas y otras familias en un caserío dentro de la manigua. Poco después las tropas españolas lo asaltaron y destruyeron, y Ana huyó al bosque con otros sobrevivientes. El pequeño Oscar no resistió las penurias de la manigua y murió.
Céspedes decide enviar a su familia a salvo fuera de Cuba. El 13 de diciembre de 1870 sale Ana de Quesada junto al poeta y revolucionario cubano Juan Clemente Zenea de la manigua, a buscar salidas al exilio. Pero el 31 de diciembre de 1870 son capturados por los españoles. El día 12 de enero de 1871 los españoles le permitieron a Ana de Quesada salir hacia Estados Unidos.
Ana de Quesada se instaló en Nueva York, en una casa de huéspedes en la calle 28. Poco después notificó en carta a Céspedes, que había salido de Cuba embarazada.
Siete meses después, el 12 de agosto de 1871 Ana de Quesada tuvo a dos niños: primero nace Gloria de los Dolores, y luego el futuro Presidente de Cuba Carlos Manuel de Céspedes y Quesada. Este mismo día fue fusilado por los españoles en Cuba en la Fortaleza de La Cabaña, el compañero de viaje de Ana, Juan Clemente Zenea.
Dos meses después el padre Carlos Manuel de Céspedes recibe la noticia de su doble paternidad, y se siente feliz.
El 27 de octubre de 1873 la Cámara de Representantes se reunió en sesión extraordinaria para destituir a Céspedes como Presidente de la República por sus intentos dictatoriales y otros errores. Céspedes acepta la destitución y le pide a la Cámara un Pasaporte para abandonar Cuba y unirse a su familia, pero se lo niegan.
El 27 de febrero de 1874 Céspedes fue asesinado en San Lorenzo, en una emboscada de una columna española. Sus hijos tenían dos años y medio.
Infancia y juventud
El niño Carlos Manuel de pequeño sufre una caída que le causa fractura del cuello. Por este accidente casi muere o queda paralítico. Gracias al tratamiento con inmovilización del cuello pudo salvarse, pero esto retrasó su ingreso al Colegio.
Después del Pacto del Zanjón del 10 de febrero de 1878, que pone fin a la Guerra de los Diez Años, regresa a Cuba la madre de Ana de Quesada con una tía. Pero Ana y sus hermanos Manuel y Rafael decidieron no hacerlo, mientras que Cuba no fuera libre.
Ana de Quesada con sus hijos vivía en aquella época en el viejo Hotel Victoria, en la calle 17 esquina a la 5ta. Avenida, en Nueva York, un lugar donde se reunían muchos patriotas cubanos.
Céspedes comenzó sus estudios en Nueva York, y desde los 9 años estudia en el Instituto Charlier, en East 24th Street, hasta 1885, cuandoo su madre se fue a vivir con su hermana a Alemania.
Rafael de Quesada habia hecho fortuna en Venezuela, llegando a ser amigo personal del Presidente de Venezuela Joaquín Crespo. Su mernao Manuel de Quesada llegaría a ocupar un alto puesto en una empresa de ferrocarril de Costa Rica. Más tarde Rafael se trasladó a París, desde donde le escribe a su hermana Ana para que se mude hacia allá con los dos niños.
La familia zarpa en el barco "The City of Rome" hacia Londres en un viaje de trece días. Un mes más tarde la familia llega a París.
Rafael se encarga de la tutela de Carlos Manuel de Céspedes y Quesada. Le paga los estudios, primero en Alemania, luego en Suiza y después en Francia en el célebre Colegio Stanislas, donde por aquellos años cursaron estudios miembros de la realeza europea, entre ellos el Rey Alfonso XII de España, Louis II, Príncipe de Mónaco, el Príncipe Henri de Orleáns. En este Colegio Céspedes obtiene la Licenciatura en Derecho Diplomático y leyes internacionales.
En 1891 tradujo del español antiguo al francés el Diario de Cristóbal Colón, incorporado a la obra sobre el gran navegante de Henry de Vignau.
Poco después viaja a Venezuela, donde trabajó tres meses junto a su tío Rafael. Luego vuelve a París de vacaciones, residiendo en un apartamento de la Avenida Kibler.
Allí comienza a escribir la biografía de su padre "Carlos Manuel de Céspedes", trabajo que le toma dos años, siendo publicada finalmente en 1895.
Guerra del 95
El 24 de febrero de 1895 estalla la Guerra del 95.
Céspedes dona para la causa patriótica la primera venta de su libro, además de los muebles de su apartamento que se vendieron para la revolución independentista.
El 21 de abril de 1895 Céspedes llega a Nueva York desde París a bordo del vapor "La Champagne" junto con toda su familia. Allí se reúne con miembros del exilio cubano en Nueva York, expresando su deseo de regresar a Cuba para continuar con la causa por la que luchó su padre.
Llega a Cuba por Baracoa el 28 de Octubre de 1895 en la Expedición del Laureada, uniéndose al Ejército Libertador. Lucha de 1895 a 1898, alcanzando el grado de teniente coronel.
Durante la guerra estuvo bajo las órdenes del Mayor General Carlos Roloff Mialofsky, que aprovechó sus dotes más de político que de militar.
De esta forma sin participar en grandes combates, Céspedes alcanzó los cargos de jefe de Estado Mayor de la Inspección General del Ejército Libertador cubano, gobernador de la provincia de Santiago de Cuba, y representante del Segundo Cuerpo de Ejército a la Constituyente de La Yaya y secretario de la misma.
Participó en la redacción de la Constitución de La Yaya en 1897. Esta sería la última constitución mambisa.
Fue delegado a las asambleas de Representantes de Santa Cruz del Sur y El Cerro, y en ésta se opuso a la destitución de Máximo Gómez de su cargo de General en Jefe del Ejército Libertador, haciendo pública una elocuente proclama al respecto.
Carrera política
Tras la guerra Céspedes termina en 1901 la carrera de Derecho, y se dedica de lleno a la política en la naciente república.
De 1902 a 1908 ocupa el cargo de Vicepresidente de la Cámara de Representantes.
En 1909 ingresó al servicio diplomático cubano, conviertiéndose en la historia de la diplomacia cubana en uno de los diplomáticos mejor preparados por su alto nivel cultural y el dominio de diferentes idiomas. Hablaba fluidamente inglés, francés, italiano y alemán.
El Presidente José Miguel Gómez lo designa embajador de Cuba en Italia. Luego pasa a Argentina, Grecia, Reino Unido y México.
En 1914 El Presidente Mario García Menocal lo nombra embajador en Estados Unidos, donde su actuación fue muy meritoria en los difíciles momentos de la Primera Guerra Mundial.
Del 2 y al 6 de enero de 1919, Céspedes participa como Diplomatico en la Segunda conferencia Panamericana comercial celebrada en Washington.
En 1922 el presidente Alfredo Zayas le dio instrucciones precisas como embajador en los EE.UU., para que reiniciara las gestiones para la ratificación del Tratado Hay-Quesada, que reconocía la soberanía de Cuba sobre la entonces Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud). El tratado había sido firmado en 1904, pero todavía no ratificado por estados Unidos. Esto se logró en 13 de marzo de 1925.
El 17 junio de 1922 Céspedes regresa a Cuba, para ocupar el cargo de Secretario de Estado (Ministro de Relaciones Exteriores) durante el gobierno del presidente Alfredo Zayas y Alfonso, designación que sería interpretada en los círculos políticos como la primera etapa de un camino que acabaría por llevarle a las elecciones Presidenciales
Despues de renunciar el Secretario de Hacienda Dr Rafael Montoro, en momentos de grave crisis económica, Céspedes pasa a ocupar su cargo con carácter de interino, hasta febrero de 1924.
Al mismo tiempo que desempeñaba estos cargos, fue también interinamente Secretario de Guerra y Marina, y acudió como embajador en misión especial, a la toma de posesión del presidente de México Plutarco Elías Calles.
El 25 de mayo de 1925 asume la presidencia Gerardo Machado, quien el mismo día reafirma a Céspedes como Secretario de Estado.
El 13 de abril de 1925, Céspedes y el Presidente Machado viajan juntos a Estados Unidos vía Key West y permanece dos días en la capital norteamericana, siendo recibidos por el presidente Calvin Coolidge nada más bajar del tren.
En noviembre de 1926 Céspedes renuncia a la Secretaría de Estado, y se le nombró ministro de Cuba en Francia.
En 1928 forma parte de la Organizacion de la VI Conferencia Panamericana de 1928 en La Habana; donde asiste por primera vez un Presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge.
Fue designado embajador de Cuba en el Reino Unido en 1930, de nuevo en Francia en 1931, y en México de 1932 a 1933, viaje que retrasó por motivos de salud.
La Revolución de 1933
La política autoritaria del general y Presidente Gerardo Machado (1871-1939) y la Crisis de 1929 sumieron a Cuba en una de las peores crisis económica y social de su historia. Se produjeron numerosas manifestaciones de estudiantes y trabajadores, y el descontento de todos los sectores, incluyendo al Ejército.
El 12 de agosto de 1933 fue declarada una huelga general revolucionaria, encabezada por el comunista Rubén Martínez Villena.
Al mismo tiempo el Ejército se subleva y exige a Machado que renuncie. Inicia la sublevación el médico oculista Horacio Ferrer, coronel retirado, antiguo jefe de Sanidad del Ejército y Coronel del Ejército. El Batallón Número Uno de Artillería toma militarmente al Estado Mayor del Ejército, sumándosele más tarde diversos Distritos Militares y la fortaleza de La Cabaña.
El Coronel Julio Sanguily Echarte, Jefe del Cuerpo de Aviación del Ejército, lanza por la radio del Cuerpo de Aviación la noticia de la sublevación militar.
Al oír la noticia, el pueblo sale a la calle en revuelta general. Comienza la venganza total contra los machadistas por todo el país: asesinatos, linchamientos, saqueo de sus viviendas, incendios de las organizaciones y períódicos que apoyaron a Machado.
Machado buscó apoyo en las Fuerzas Armadas de Cuba, pero éstas se lo negaron, a excepción de pocas unidades. El Capitán Mario Torres Menier, sustituto de Sanguily como jefe de la Fuerza Aérea, le exige a Machado que abandonara el poder, bajo la amenaza de usar la aviación militar en su contra.
Machado se vio entonces obligado a dimitir. Designa al general Alberto Herrera y Franchi (Jefe del Estado Mayor del Ejército) como su sucesor, y abandona Cuba para siempre el 12 de agosto de 1933, triunfando así la Revolución de 1933.
Sin embargo, el levantamiento había sorprendido al embajador de Estados Unidos Sumner Welles, quien esperaba que el próximo presidente fuera el general machadista Alberto Herrera. Pero a pesar de las amenazas de intervención americana, Sanguily y Ferrer se enfrentaron a las decisiones de Welles, aduciendo que los sublevados querían de presidente a un hombre de manos limpias y de ser posible apolítico. Tampoco apoyaron a Herrera como presidente provisional, ni que se permitiera la fuga de Machado de Cuba, como al final sucedió después, al ser violadas las órdenes de Sanguily al respecto en el aeropuerto militar.
Así surge la candidatura de Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, figura de compromiso de la "Concertación Nacional" que no había estado involucrado en estos sucesos, que todos aceptan. El Congreso lo designa presidente provisional y Herrera renuncia.
El 13 de agosto a las 9:30 de la mañana Céspedes juró como Presidente de la República en su casa de 23 y M, en El Vedado.
Gobierno de Céspedes
Con el gobierno de Céspedes se logra la transmisión legal de la presidencia del país tras el caos de la caída de Machado. Así se lograba también el objetivo de evitar la intervención militar de Estados Unidos en Cuba, pues según lo estipulado en la Enmienda Platt, ellos podrían intervenir e imponer un gobierno provisional. El gobierno de Céspedes fue reconocido internacionalmente.
Céspedes comenzó a gobernar en medio del caos y la efervecencia revolucionaria, tratando de establecer la estabilidad. Frenó las represalias y saqueos contra los machadistas. La inestabilidad continuaba, la huelga general formalmente no se había detenido y los colunnistas comenzaron a tomar ingeniso azucareros, lo que generaba la protesta de Estados Unidos.
A vista de estos sucesos, Céspedes se ve obligado a disolver el Congreso y anular la reforma constitucional de 1928, restituyendo la de 1901.
El nuevo presidente destituye a varios oficiales comprometidos con Machado, empezando por el mismo Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Herrera. En su lugar el presidente designa al coronel Julio Sanguily Echarte, ascendiéndolo al mismo tiempo de Coronel a Mayor General.
A pesar de que estas disposiciones tenían un carácter revolucionario, el gobierno de Céspedes sin embargo fue débil, siendo un compromiso que no satisfacía las perspectivas de la sociedad, dividída en las tres tendencias de la Revolución de 1933 contra Machado: el reformismo moderado con el Doctor Ramón Grau San Martín al frente, los revolucionarios radicales con Antonio Guiteras Holmes, y la derecha con el Ejército. Estas corrientes no estaban satisfechas con el gobierno de Céspedes, a quien veían como la continuación del de Machado, y porque además contaba con el apoyo de Estados Unidos, en contra de la revolución.
La oficialidad del Ejército también apoyaba la corriente que pretendía frenar la Revolución del 33, y defender sus privilegios.
En esta situación, los sargentos y soldados, que apoyaban la revolución pero no veían los cambios que satisfacieran sus demandas económico-sociales, comienzan a conspirar. Así surge la Unión Militar Revolucionaria (también conocida como Junta de Defensa o Junta de los Ocho), donde uno de sus líderes era Fulgencio Batista.
Este grupo elabora un documento con exigiencias dirigido al general Julio Sanguily Echarte como nuevo Jefe del Estado Mayor del Ejército. Pero el documento fue engavetado, aumentando el malestar de los sargentos.
Mientras tanto, la situación seguía empeorando. En esos días fue asesinado el sargento Miguel Ángel Hernández (Cuerpo de Ingenieros), ultimado por policías machadistas en el Castillo de Atarés.
El 18 de agosto, en la despedida de duelo, Batista habló al público exigiendo "una revolución verdadera".
El 24 de agosto el Embajador Sumner Welles envia un telegrama al Presidente Roosevelt, en el que enfatiza "Cuba está en total proceso de desintegracion".
El 29 de agosto el presidente Céspedes designa al general retirado Armando Montes como Secretario de Guerra y Marina, incendiando aún más el malestar de los sargentos y soldados. Ellos recordaban bien, cómo bajo la presidencia de Alfredo Zayas (1921-25), Montes se había opuesto resueltamente a la «Ley de los Sargentos» (1923), que subía sueldos y agilizaba ascensos.
Se hablaba también de los planes del nuevo Secretario para depurar y reorganizar el Ejército, disminuir los efectivos militares y la inminente reducción de salarios a los militares.
Los sargentos decidieron no esperar más.
Golpe de Estado en Cuba del 4 de septiembre de 1933
El 4 de septiembre comienza la sublevación de los sargentos en el campamento de Columbia, que rápidamente se propaga a todo el país. Los oficiales son arrestados y los sargentos toman el mando de las unidades.
El golpe es apoyado inmediatamente por los civiles, por organizaciones revolucionarias como Ramiro Valdés Daussá de "Pro Ley y Justicia"; Carlos Prío Socarrás, Rubén de León, "Pepelín" Leyva y "Willy" Barrientos del Directorio Estudiantil Universitario (DEU); del ABC Radical, los profesores universitarios Ramón Grau San Martín (de medicina), Guillermo Portela (de Derecho) y José Miguel Irisarri, el exteniente Emilio Laurent, entre otros.
Céspedes mientras tanto, en vez de enfrentarse este día 4 de septiembre al golpe, decide irse a recorrer las provincias de Matanzas y Las Villas, que días antes habían sufrido el azote de un fuerte ciclón. Ya esto lo demuestra como débil presidente.
Informado durante el viaje de la gravedad de la sublevación de los sargentos, Cérpedes regresó a La Habana inmediatamente en la madrugada al 5 de septiembre, cuando ya era tarde.
El 5 de septiembre a las 11 de la mañana Céspedes paró en el poblado de San Francisco de Paula, donde su secretario particular le actualizó sobre lo que estaba sucediendo y le transmitió un mensaje del embajador norteamericano:
Siguió al Palacio Presidencial, donde la prensa lo esperaba para comentar el Golpe, pero Céspedes sólo atinó a hablar de otro tema: "El ciclón ha sido una verdadera catástrofe", y enseguida subió a su despacho con algunos ministros.
Al mediodía llegaron al Palacio los sublevados desde Columbia. Formaban la delegación el nuevo gobierno de la Pentarquía, junto al sargento mayor Fulgencio Batista y varios miembros del DEU. Prío, que acudió a Palacio en mangas de camisa, había tenido que pedir una chaqueta prestada. Céspedes los recibe.
El pentarca Ramón Grau San Martín le comunicó, que había sido depuesto por un golpe militar revolucionario y que la Agrupación Revolucionaria de Cuba se hacía cargo de todos los poderes de la Repúblicas desde ese mismo momento. Grau le dice:
Tras un intercambio de frases entre el presidente en funciones y el profesor de Fisiología, Céspedes exclama:
El aludido sonríe burlonamente:
"Hace años, señor, que hemos cumplido la mayoría de edad"Céspedes no opuso resistencia porque estaba solo. Recogió un retrato de su padre que estaba en la pared detrás de su escritorio y se marchó acompañado por el presidente de la Agrupación Revolucionaria de Cuba, Carlos Prío Socarrás abandonando el Palacio, aunque sin renunciar.
Su gobierno duró sólo 22 días.
Le sucede en el poder la Pentarquía, un gobierno de 5 miembros, presidido por Ramón Grau San Martín.
El martes 5 de septiembre de 1933 a las 13 horas, la Pentarquía toma posesión del gobierno, mediante un acta en la cual se hacía constar que se prestaba "juramento de honor para cumplir y hacer cumplir las leyes y aspiraciones del pueblo de Cuba, consagradas en la revolución triunfante".
El gobierno de la Pentarquía duró también sólo 5 días.
El Presidente Gerardo Machado describió el gobierno de Céspedes en su libro "Ocho años de Lucha", escrito en el exilio:
Por tolerar todo, Céspedes admitió el conservar, mis objetos de uso personal y los de mi familia que se quedaron en Palacio, asegurando que me los devolvería. De esto hace dos años. Nunca los devolvió.
El golpe militar del once de agosto, en síntesis, lo dieron contra sus jefes, los oficiales. El 4 de septiembre, los sargentos, dirigidos por Fulgencio Batista, Sargento Taquígrafo del Estado Mayor, desplazaron a los oficiales.Después de la presidencia
Al abandonar el cargo, Céspedes se dedica de nuevo a la diplomacia. En 1934 fue designado por el gobierno del presidente Carlos Mendieta embajador en España, hasta 1936.
En 1936 Céspedes pasa a la jubilación.
Escribió varios libros, entre ellos: "Carlos Manuel de Céspedes", "Las Banderas de Yara y de Bayamo", "Manuel de Quesada y Loynaz", "El problema de las haciendas comuneras", "Cuba y el derecho de la fuerza", "La oración fúnebre del Mayor General Bartolomé Masó".
Durante su carrera Céspedes recibió numerosas condecoraciones y honores, como:
- La Gran Cruz de la Orden Nacional de Mérito Carlos Manuel de Céspedes,
- La Gran Cruz de Bélgica,
- La Gran Cruz de Italia,
- La Gran Cruz de Perú,
- La Gran Cruz de la República Española,
- La Gran Banda de la Orden del Libertador de Venezuela,
- La Orden del Mérito de Chile,
- Comendor de la Orden de la Legión de Honor de Francia,
- La Orden de San Lázaro y San Mauricio de Italia.
Carlos Manuel de Céspedes y Quesada murió a los 69 años de edad el 28 de marzo de 1939 en Vedado, La Habana, de un ataque al corazón. Fue enterrado en el Cementerio de Colón en La Habana.
Familia
En 1915 Céspedes se casó con la italiana Laura Bertini y Alessandri, hija del Comendador Leopoldo Bertini. Se casa por la iglesia primero en Roma y luego por lo civil en el City Hall de Nueva York, oficiando la boda alcalde de la ciudad John Purroy Mitchel.
Con Laura Bertini tendría dos hijos: Carlos Manuel y Alba de Céspedes y Bertini.
Ver también
- Presidente de Cuba
- Revolución de 1933
- Golpe de Estado en Cuba del 4 de septiembre de 1933
- Fulgencio Batista
- Gerardo Machado
- Ramón Grau San Martín