José Lacret Morlot
José Lacret Morlot | |
---|---|
El General del Ejército Libertador José Lacret Morlot | |
Apodo | Héroe de Jicarita |
Nacimiento | 20 de diciembre de 1847 El Cobre, Santiago de Cuba,Cuba |
Defunción | 24 de diciembre de 1904 La Habana,Cuba |
Lealtad | Cuba |
Nacionalidad | Cubana |
Servicio | 1868-1898 |
Rango | General de División |
Rama | Caballería |
Acciones | * Guerra de los Diez Años
|
Cónyuge | Maria Concepcion Figueredo y Calas Adelira Ramos y del Portal |
Hijos | Carmen, Ana, y José Antonio |
José Francisco Lacret Morlot (El Cobre, Santiago de Cuba, Oriente, 20 de diciembre de 1847 - La Habana, 24 de diciembre de 1904). Patriota cubano descendiente de familia francesa. General de División del Ejército Libertador. Combatió en la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y en la Guerra del 95 (1895-1898). Ayudante de campo de Antonio Maceo, y protagonista junto a él en la Protesta de Baraguá. Fue miembro de la Asamblea Constituyente de La Yaya (1897), y la Asamblea Constituyente de 1901, donde votó contra la Enmienda Platt. Durante su vida se rigió por su lema preferido: "Todo por Cuba".
Sumario
Primeros años
Lacret nació el 20 de diciembre de 1847 en la finca Buenavista, barrio de Hongolosongo, El Cobre, Santiago de Cuba, en la propiedad familiar.
Hijo de un adinerado cafetalero francés de El Cobre, propiedad familiar dedicada al cultivo del café y la ganadería. Fue bautizado el 29 de marzo de 1848 en el Sagrario de Santiago del Prado Real, de las minas de Cobre.
Según consta en el Libro de Pardos y Morenos libres 11-A (1845 a 1853), el registro separado de los nacimientos de blancos, era hijo legítimo de Pedro Alejandro Lacret de León y Micaela Morlot Desdiene, pardos libres de esa vecindad.
Estos mestizos adinerados estaban asentados en El Cobre, Santiago de Cuba, donde llegaron sus antepasados procedentes de Haití, tras los sucesos que conmocionaron la isla vecina, de 1791 a 1804. Santiago de Cuba se convirtió en refugio de los esclavistas franceses procedentes de la colonia Saint-Domingue (Haití, su nombre aborigen), acompañados de sus esclavos, e igualmente de mulatos y negros libertos, algunos también con sus dotaciones de fuerza esclava.
José Lacret pasó su niñez en la finca Buenavista, propiedad de su abuelo, y en el cafetal Santa Ana. Fue educado en el conocimiento del idioma francés, su segunda lengua, que hablaba perfectamente, bajo la orientación del profesor Carlos Simón, contratado con ese objetivo.
En su primera juventud estudió en el colegio Agüero, de Santiago de Cuba, donde se dice fue condiscípulo de los santiagueros Enrique Collazo y José María Rodríguez (Mayía), también futuros generales mambises.
Guerra de los Diez Años
Al estallar el Grito de Yara el 10 de octubre de 1868 y comenzar la guerra, Lacret se alzó a la tropa del mayor general Donato Mármol.
En uno de sus gestos famosos, que lo caracterizaban por la inflexibilidad de sus principios, José mandó a su escolta a arrestar a su propio padre, porque éste se fue a la manigua en su busca, para convercerlo de que desistiera de unirse a la rebelión.
El 23 de noviembre de 1868 Lacret tuvo su bautizo de fuego, cuando a las órdenes del coronel José de Jesús Pérez de La Guardia participó en el ataque al poblado de El Cobre, junto con vecinos de la zona.
En este combate una bala de fusil se le incrustó en el tobillo del pie derecho, lo cual le limitó el libre movimiento por el resto de su vida.
Esa primera lesión le impidió servir en los cuerpos de infantería, pero auxiliado al montar y desmontar por sus ayudantes, iba al combate en los campos de Matanzas (1895-1896) a continuación de la vanguardia de 50 jinetes, con su escolta de 60 mambises negros, expertos en el manejo del machete.
En esa ocasión al ser herido, fue capturado por el enemigo y sometido a consejo de guerra por el delito de traición a España. Pero pudo salvar la vida por gestiones de familiares que lo sacaron del país hacia Jamaica.
En 1871 regresa a Cuba clandestinamente, aún con secuelas de la herida, debido a sus deseos de luchar por la independencia del país y la abolición de la esclavitud.
En 1974 siendo ya capitán, fue nombrado prefecto de Guanimao, Sierra Maestra, territorio donde estaba enclavada la finca San Lorenzo. En esta finca se encontraba el depuesto presidente Carlos Manuel de Céspedes, esperando la autorización para salir al extranjero. Lacret compartía con Céspedes, y el 27 de febrero de 1974 jugaron juntos la última partida de ajedrez. Poco después Céspedes fue sorprendido allí por un grupo de siete soldados españoles, contra quienes combatió en desventaja, armado solamente de un revólver. Recibió un tiro mortal, y murió a los 54 años de edad. El joven Lacret siempre lamentó no haber tenido medios para protegerlo.
Terminando la guerra en 1878 se destacó en el combate de la Llanada de Juan Mulato, cerca de Palma Soriano, el 4 de febrero de 1878, siendo ayudante de Antonio Maceo.
Protesta de Baraguá y Guerra Chiquita (1879-1880)
Con Antonio Maceo participó en la Protesta de Baraguá, en rechazo a una paz sin independencia ni abolición de la esclavitud.
Acompañó a Maceo cuando éste embarcó hacia Jamaica, el 9 de mayo de 1878, con el objetivo de buscar apoyo económico para continuar la guerra. Una semana después, Lacret regresó a Cuba con un mensaje de Maceo al presidente del gobierno provisional, mayor general Manuel de Jesús Calvar, en el cual informaba lo infructuoso de su gestión.
Participó en la organización de la Guerra Chiquita en el sur de la provincia de Oriente, aunque no tuvo oportunidad de intervenir en las acciones combativas, pues fue hecho prisionero.
Al ser capturado el 19 de octubre de 1879, guardó prisión en el Morro de Santiago de Cuba durante cuatro meses. Luego fue deportado a España, donde guardó prisión en Saladero, Madrid. El 9 de junio de 1880 fue liberado, pero de donde salió enfermo.
Durante los años siguientes entró y salió del país en varias ocasiones, hasta regresar clandestino parala Guerra del 95.
Guerra del 95
Disfraz de cura
Al comenzar la Guerra del 95, Lacret se apresura a regresar a Cuba clandestinamente, para incorporarse a la lucha. Compró un pasaje en el vapor Mascotte de España a Jamaica, para seguir camino a Cuba. Pero el gobierno inglés conoció de sus planes y le impidió la salida para Cuba desde Jamaica. Entonces Lacret viajó a México y de allí a Nueva York. En esta ciudad consultó a la junta cubana y regresó a Tampa. En este punto embarcó en el vapor Olivette hacia La Habana, disfrazado de sacerdote. Para este papel se rapó la cabeza y se afeitó la barba.
Lacret con su biblia en ristre y mascullando latín desembarcó en La Habana y tomó un tren hacia Sagua la Grande, Las Villas. En el mismo tren viajaban tropas españolas, con el Capitán General de Cuba Arsenio Martinez Campos y su Estado Mayor al frente, según atestiguó Miró Argenter. Lacret disfrazado de sacerdote bautista, con exquisitos modales y buena presencia, logró burlar a los agentes españoles. Estas cualidades le permitieron franquearle el trato de la mejor sociedad española de Sagua la Grande. Lacret se alojó en el mejor hotel, y departió en el café con allegados del alcalde.
Varias semanas antes de la llegada de Lacret, ya se habían alzado varias partidas de insurgentes por la Villa del Undoso, en la zona de Sagua la Grande. Patriotas sagueros informsron al falso sacerdote de cómo pasar las líneas españolas. Pronto Lacret se desapareción del hotel, dejó el disfraz y el 15 de julio de 1895 se alzó, uniéndose a los insurrectos de la zona.
Años después de su muerte, el Senado de la República, recordando sus hazañas patriotas, aprobó una pensión para su hija Ana Lacret y Figueredo, apuntando sobre este suceso:
Acciones combativas
Lacret como Coronel, organizó las fuerzas de la zona, entre los que estaba su viejo amigo y futuro general Francisco Peraza. Luego con estas fuerzas se subordina al mayor general Manuel Suárez, jefe de la Segunda División del Cuatro Cuerpo del Ejército Libertador.
Tiempo después pasó a operar a la provincia de Matanzas. El 16 de diciembre de 1895 regresó a Las Villas para encontrarse con el contingente invasor, al mando del mayor general Máximo Gómez.
El 18 de diciembre de 1895 por propuesta de Antonio Maceo fue nombrado jefe de la División militar de Matanzas. El mismo día cruzó el Río Hanábana, junto con la columna invasora, para penetrar nuevamente en territorio matancero.
El 10 de enero de 1896 llevó a cabo el Combate de Quita Pesares. Lo nombraron jefe de la primera división del quinto cuerpo de Matanzas, que él mismo organizó. Con estas fuerzas bisoñas formó una tropa aguerrida en la provincia de Matanzas.
La más importante fue la del Combate de Hato Jicarita (del 3 al 6 julio de 1896), donde su tropa se enfrenta a fuerzas españolas al mando del general Luis Molina. Originalmente, Lacret le envía a Molina un mensaje retándolo al combate, y éste acepta el reto al siguiente día. Tras tres días de combates, los españoles son derrotados con un saldo de unos 60 muertos y más de cien heridos españoles, y 15 muertos y 29 heridos por el Ejército Libertador, acción por la cual Lacret fue llamado "El Héroe de Jicarita".
El 17 de marzo el brigadier Lacret se enfrenta a Molina en el Ingenio Saratoga, Matanzas. El 21 de marzo combate en el Ingenio España. También se destacaron las acciones de Quita Pesares, Lagunillas (Cárdenas), Ingenio Cantabria, la Josefa y Mendoza.
Sus tropas habían destruído, a finales de 1896, unos cien ingenios azucareros, burlando la presencia de más de 40 mil soldados españoles, en una región con la mayor parte llana y con las mejores comunicaciones del país.
En total en la región de Matanzas Lacret libró un total de 183 acciones combativas en 16 meses, con éxito.
Destitución
No obstante haber mantenido ese nivel de actividad, el mayor general Máximo Gómez lo destituyó de su cargo, el 1 de enero de 1897, señalándole debilidad de carácter para imponer la disciplina y organización en la provincia. Lacret prefería enmendar los errores mediante la crítica y el trato paternal.
Fue una decisión poco justa, que posteriormente haría de Lacret uno de los más acérrimos acusadores de Gómez cuando lo destituyeron como generalísimo en 1899.
En agosto de 1897, Lacret presentó un plan para liberar a Puerto Rico, del cual, luego de aprobado por el Consejo de Gobierno mambí, se le encargó la organización, pero el representante en el exterior, Tomás Estrada Palma, negó los fondos.
Asamblea Constituyente de La Yaya y fin de la guerra
En marzo de 1897 se incorporó al Cuartel General de Máximo Gómez. Allí conoció su elección como delegado, por el sexto cuerpo de Pinar del Río, a la Asamblea Constituyente de La Yaya, de la cual resultó electo vicepresidente el primer día de sesiones, el 10 de octubre de 1897, y después asumió la presidencia, correspondiéndole tomar el juramento del gobierno del mayor general Bartolomé Masó.
Este trabajo terminó con la aprobación el 29 de octubre de 1897 de la Constitución de La Yaya.
El 30 de octubre de 1897 Lacret fue designado jefe interino de la Brigada de la Trocha, cargo al cual renunció el 28 de diciembre. Desde abril de 1897 había presentado un plan para invadir a Puerto Rico, el cual fue aprobado por el gobierno, que delegó en él la misión de preparar su ejecución. El 26 de octubre de 1897 la Asamblea Constituyente de La Yaya declaró inconstitucional esa decisión del gobierno, ya que infringía el artículo 21 de la constitución.
El 23 de febrero de 1898 salió hacia Estados Unidos, vía Jamaica, con la encomienda del gobierno de organizar una expedición que desembarcaría en la costa sur de la provincia de Matanzas para fortalecer la guerra en esa región. Con el apoyo de los norteamericanos salió de Tampa el 17 de mayo de 1898, en el Vapor Florida, con más de 300 expedicionarios que desembarcaron el día 26 por Banes, Oriente, pues se había decidido un cambio en la selección de la región de desembarco.
Primera intervención norteamericana en Cuba
El 12 de agosto de 1898 se firmaron en Washington los protocolos de paz, y las tropas españolas evacuaron la provincia de Oriente. La portadora de la Bandera de la Demajagua Ana de Quesada inmediatamente parte de regreso a Cuba con la bandera, y desembarca en Santiago de Cuba en setiembre de 1898. Es recibida por su hijo, el Coronel Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, acompañado por José Lacret Morlot y sus ayudantes.
En octubre Lacret en carta pública reclama a las autoridades norteamericanas el reconocimiento, sin dilaciones, del gobierno revolucionario cubano. Es apoyado en carta abierta en el Cubano Libre, de Santiago de Cuba por Enrique Collazo,que había exigido una declaración sobre los propósitos concretos de Estados Unidos con respecto a Cuba. El 12 de octubre Quintín Banderas entra a Santiago de Cuba, quien declaró su propósito de respaldar, de manera pacífica pero firme, la actitud de censura a las autoridades yanquis adoptada por los Generales José Lacret Morlot y Enrique Collazo.
El 1 de enero de 1899 comienza la Primera intervención norteamericana en Cuba (1899-1902), con el traspaso de poderes de España a Estados Unidos. Lacret fue uno de los nueve generales cubanos invitados a este acto, invitados por el general norteamericano John R. Brooke.
Con el fin de la guerra Lacret en solitario se va a la Villa del Undoso, Sagua la Grande, donde se había alzado en 1895.
El 4 de abril de 1899 Lacret fue elegido para presidir la Comisión Ejecutiva de la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana (ARRC), hasta su disolución el 30 de junio de 1899. Esta asamblea era el órgano creado por los patriotas cubanos para representar la Revolución y el Ejército Libertador al ser extinguido el gobierno de la República en Armas de acuerdo con la Constitución. Esta Comisión Ejecutiva se encargó de todo lo relacionado con el licenciamiento del Ejército Libertador, entre otras tareas.
Destitución de Máximo Gómez
El 12 de marzo de 1899, en medio de las crecientes contradicciones entre la Asamblea y el generalísimo Máximo Gómez, sobre los temas del futuro de Cuba y sus relaciones con Estados Unidos, la Asamblea acordó la destitución de Gómez como General en Jefe del Ejército Libertador, y la eliminación definitiva de ese cargo.
Uno de los mayores acusadores de Máximo Gómez fue Lacret, posiblemente resentido por haber siido destituído por Gómez de su cargo, el 1 de enero de 1897.
Lacret incluso llegó a declarar, que estaba dispuesto a ejecutar la pena de muerte contra Máximo Gómez, si así lo decidía la Asamblea.
Esta destitución causó masivas protestas populares del pueblo cubano a favor de Gómez y contra la Asamblea, que provocaron la disolución de ésta el 30 de junio de 1899.
Asamblea Constituyente de 1901
El 25 de julio de 1900 el gobernador de cuba Leonard Wood dicta la Orden militar N° 301, sobre la convocatoria a la Asamblea Constituyente de Cuba, que debía debía redactar y adoptar una constitución para el pueblo de Cuba. En las elecciones celebradas para la Asamblea, Lacret fue delegado por el primer cuerpo, resultando ser uno de los 10 generales del Ejército Libertador elegidos,
El 2 de marzo de 1901, en medio de los trabajos de la Comisión cubana, el Congreso norteamericano aprueba la Enmienda Platt, un apéndice a la Constitución cubana, por la cual el gobierno de Estados Unidos se otorgaba el derecho a intervenir militarmente en Cuba cuando lo estimara conveniente. A pesar de la oposición de los delegados a la Asamblea Constituyente a esta enmienda, la disyuntiva era de tener una república con independencia limitada, o de continuar la ocupación militar. La presión norteamericana logró que la enmienda fuera aceptada por los miembros de la Asamblea el 12 de junio de 1901, con 16 votos a favor y 11 en contra. Lacret fue uno de los que votó en contra. Sin embargo, esta aprobación permitió la adopción de la nueva Constitución de Cuba de 1901, y la proclamación de la República de Cuba el 20 de mayo de 1902.
Lacret en la Asamblea Constituyente se destacó además, por ser un ardoroso partidario de la abolición de la pena de muerte.
Posteriormente Lacret fundó el periódico La Marina Cubana, desde el cual luchó por el desarrollo de la marina mercante en Cuba, hasta finales de 1902. Fue electo representante a la Asamblea Constituyente de 1901, donde se enfrentó con vigor a la Enmienda Platt.
Muerte
A fines de 1904 Lacret enfermó gravemente. Carente de recursos económicos para atender su salud, murió en la La Habana, Cuba, el 24 de diciembre de 1904 a la edad de 57 años. Aquel que nació pardo libre, rico, y estudió en Francia, murió sumamente pobre, sin medicinas ni alimentos suficientes, desatendido por el gobierno de Estrada Palma, el primero de la república neocolonial.
Fue enterrado en el Cementerio de Colón, La Habana, donde en su tumba están grabadas sus palabras de "Todo por Cuba".
El generalísimo Máximo Gómez, que un día lo separó del mando en Matanzas, deseoso de mayor disciplina y organización, expresó conmovido al despedir el duelo:
Parecía "un viejo general francés del Segundo Imperio", según el periodista estadounidense Grover Flint, que visitó su tropa en abril de 1896.
Por su cortesía y honestidad un general español lo calificó como "uno de los caballeros más leales que había producido nuestra raza".
El nombre de Lacret es recordado hoy como uno de los héroes más destacados de las Guerras de independencia de Cuba, lo llevan escuelas. Uno de los puentes de la ciudad de Matanzas, construído en 1878, también lleva su nombre.
Familia
Lacret se casó con Maria Concepcion Figueredo y Calas el 18 de agosto de 1883, en Monroe County, Florida, Estados Unidos. Maria Concepcion nació en Bayamo, y era prima de Perucho Figueredo, siendo su abuelo y el padre de Perucho hermanos.
María y José Lacret tuvieron tres hijos: Carmen, Ana, y José Antonio. Lacret luego se casó con Adelira Ramos y del Portal.
Ascensos
- Capitán, 18 de febrero de 1874
- Coronel, 15 de julio de 1895
- General de Brigada, 18 de diciembre de 1895
- General de División, 10 de marzo de 1896.
- Miembro de la Asamblea Constituyente de La Yaya (1897).
- Miembro de la Asamblea Constituyente de 1901.