Plantilla:Artículo de la semana - 3 de febrero
Antigua Vilardebó y Riera fue una gran casa de orfebrería de Cuba, de renombre mundial, donde se manufacturaron casi todas Condecoraciones de Cuba de la época Republicana, hasta 1960.
A principios del Siglo XX llegó a Cuba un español nacido en Cataluña, de nombre Francisco Vilardebó, que en 1918 abrió una casa de joyería en La Habana. A principio importaba medallas de España y Francia, pero pronto pasó a confeccionarlas él mismo, junto a su discípulo y orfebre Emilio Riera. Pronto se convirtieron en el principal diseñador y fabricante de órdenes y medallas del Gobierno de Cuba, incluyendo la Orden del Mérito Militar y Orden del Mérito Naval.
Otros países también les hicieron pedidos de condecoraciones propias. Entre ellas la de Isabel La Católica (España), el Águila Azteca (México) y las nacionales de Orden de Trujillo (República Dominicana) y Orden de Jean Jacques Dessalines ( Haití).
Tras la revolución de 1959 llegaron malos tiempos para la empresa privada en Cuba. La última pieza de Antigua Vilardebó y Riera fue la Orden Ciro Redondo en los años 60, con la cual Ernesto Che Guevara condecoraba a sus guerrilleros. Poco después, la firma sería nacionalizada, como las demás. Desde entonces las condecoraciones cubanas no tendrían más la belleza y calidad de los ejemplares fabricados por Vilardebó y Riera, y serían de pésimo diseño y materiales baratos...