María Teresa Mestre

De CubaMilitar
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
María Teresa Mestre
María Teresa Mestre-4.jpg
María Teresa Mestre, Gran Duquesa de Luxemburgo.
Nacimiento 22 de marzo de 1956
Bandera de Cuba.png La Habana, Cuba
Lealtad Bandera de Luxemburgo.png Luxemburgo
Nacionalidad Bandera de Luxemburgo.png Luxemburgo
Residencia Bandera de Luxemburgo.png Luxemburgo
Alma máter Universidad de Ginebra
Ocupación Trono de Luxemburgo, actividades humanitarias
Obras Obras humanitarias
Cónyuge Enrique de Luxemburgo
Hijos Guillermo, Félix, Luis, Alejandra y Sebastián
Padres José Antonio Mestre Alvarez
María Teresa Batista Falla,

María Teresa Mestre, (La Habana, 22 de marzo de 1956) Gran Duquesa de Luxemburgo, es la primera soberana latinoamericana de una monarquía europea, cuando su esposo Enrique se convirtió en Gran Duque de Luxemburgo, el 7 de octubre de 2000.

Familia

María Teresa Mestre

Hija del banquero José Antonio Mestre Alvarez, de ascendencia catalana, y de María Teresa Batista Falla, con antepasados originarios de las Islas Canarias.

Su abuelo materno, Agustín Batista y González de Mendoza, quien no tiene relación alguna con el presidente Fulgencio Batista, fue el fundador y presidente del Trust Company de Cuba, el más poderoso banco de la isla entonces. Su abuela materna, María Teresa Falla Bonet, fue la heredera de la fortuna de Laureano Falla Gutiérrez, el propietario de un imperio azucarero y de dos bancos.

Su bisabuela por parte de su abuelo materno, Julia González de Mendoza y Pedroso, estaba emparentada con los Pedroso y Montalvo, de la antigua aristocracia de Camaguey, la provincia ganadera de la isla. "Si es que hay aristocracia en Cuba, esa lo es", sostuvo una conocida de la familia en Miami.

Del lado paterno, María Teresa es nieta de María Alvarez Tabio y José Antonio Mestre y Almeida, dedicados a la exportación en Cuba. La familia no tiene relación con los Mestre propietarios de CMQ Radio y Televisión.

Tiene dos hermanos y una hermana que viven respectivamente en Suiza y Estados Unidos.

Exilio

María Teresa dejó a Cuba junto con sus padres y tres hermanos en 1959, al triunfo de la revolución, cuando sus propiedades fueron confiscadas por el régimen castrista.

Desde los 3 años hasta los 9 vivió en Nueva York con su familia. Estudió en el Marymount School, y en 1961 ingresó al Liceo Francés de Nueva York. En junio de 1965 su familia se mudó a la provincia española de Santander, al norte de España, donde poseía propiedades. Allí permanecieron varios meses, hasta fijar su residencia definitiva en Ginebra, Suiza.

Allí su padre se ocuparía en actividades bancarias. En Ginebra María Teresa continuó su formación en el Instituto María-José de Gstaad y luego en el internado Marie-Thérèse, donde en 1975 obtuvo su Certificado General de Educación francés.

En 1980 María Teresa se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Ginebra. También estudió en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales.

Matrimonio con el Gran Duque heredero

Boda de los Duques de Luxemburgo Enrique y María Teresa Mestre
Otra imagen de la boda

María Teresa conoce a su futuro marido Enrique en la Universidad de Ginebra, donde ambos realizaban los mismos estudios. Su futuro cónyugue le ocultó su verdadera identidad durante un tiempo, hasta que ella se enteró de manera totalmente casual por querer darle una sorpresa en el aeropuerto y encontrárselo vestido de gala.

A pesar de la inicial oposición de la Gran Duquesa Carlota, abuela de Enrique, a que la pareja contrajera nupcias, ello no impidió que acudieran ante el altar un 14 de febrero, día de los enamorados, en 1981. Actualmente tienen cinco hijos: Guillermo, Félix, Luis, Alejandra y Sebastián.

Ascenso al trono

El 7 de octubre de 2000 su esposo el Gran Duque Enrique, con 45 años, fue proclamado al trono tras la abadicación del padre de éste, el Gran Duque Juan, de 79 años, que llevaba 35 años ocupando el trono. Desde entonces Enrique y María Teresa son los nuevos monarcas de Luxemburgo, la sexta pareja real de la dinastía de Nassau.

Antes de que Enrique de Luxemburgo jurara la Constitución, en el Palacio Gran Ducal tuvo lugar la ceremonia de abdicación del Gran Duque Juan.

En el Salón de Fiestas del palacio, el Gran Duque Juan firmó el decreto gran ducal de su abdicación en presencia de su esposa, la Gran Duquesa Josefina Carlota, los futuros Grandes Duques, Enrique y María Teresa, la reina Beatriz de Holanda, los reyes Alberto II y Paola de Bélgica, el Primer ministro de Luxemburgo, los miembros de la familia gran ducal, y varios miembros del Gobierno y de la Cámara de Diputados.

En virtud del artículo 3 de la Constitución, el Gran Duque Juan firmó el texto de su abdicación, tras 36 años de reinado, en el que proclamó: "Renuncio a la Corona del Gran Ducado de Luxemburgo en favor de nuestro hijo muy querido, el Gran Duque heredero Enrique".

La familia ducal en pleno se trasladó pocos minutos después a pie, junto a los reyes de Bélgica y Holanda, hasta la Cámara de Diputados, donde el nuevo Gran Duque Enrique de Luxemburgo juró la Constitución en una ceremonia solemne pero sencilla.

La presencia en el acto de su esposa, la Gran Duquesa María Teresa y sus cinco hijos no sirvió para tranquilizar a Enrique de Luxemburgo a la hora de pronunciar el juramento.

En un principio tenía que haber dicho "juro observar la Constitución y las leyes del Gran Ducado de Luxemburgo y mantener la independencia nacional, la integridad del territorio y las libertades públicas individuales", pero los nervios le traicionaron y olvidó las palabras Constitución e independencia nacional.

La familia gran ducal y las familias reales abandonaron la Cámara de Diputados antes de almorzar para saludar al pueblo luxemburgués desde el balcón del Palacio Gran Ducal.

Uno de los espectadores pidió de forma insistente a los Grandes Duques Enrique y María Teresa que se dieran un beso como si de una boda se tratara, pero sólo consiguió que el nuevo jefe de Estado luxemburgués le diera un beso en la mejilla a su esposa.

Miami y Cuba

María Teresa Mestre tiene fuertes lazos con la ciudad norteamericana de Miami, donde hace algunos años fallecieron sus padres José Antonio Mestre Alvarez y María Teresa Batista Falla. Todavía le queda un hermano allí. Ellos poseían un apartamento en el Granada Park de Coral Gables, un edificio de su propiedad, en el cual en ocasiones se hospedaba MarМa Teresa junto a su futuro esposo.

"La princesa venМa muy a menudo a visitar a sus padres y se pasaba unos diez días en Miami en los que se celebraban reuniones de intimidad entre sus allegados", señaló a El Nuevo Herald Alberto Vilar, un amigo de Pepe, como carisosamente se le llamaba al padre, un fanАtico del golf. "Sentimos gran regocijo y orgullo de que una mujer cubana pase a ser la Gran Duquesa de Luxemburgo".

En verano de 1999, ya en calidad de princesa, la hoy Gran Duquesa de Luxemburgo visitó Miami de incógnito con sus hijos, trajo a sus hijos para que probaran por primera vez la caña de azúcar. Allí compró algunos discos compactos de música cubana y cenó en el conocido restaurante Versailles de la tradicional Calle Ocho, de acuerdo con informes del diario The Miami Herald. Visitó a su hermano que vive en Miami, y comió tamales con sus antiguos amigos.

En estrevista concedia al diario Tagleblatt de Luxemburgo, María Teresa dijo:

"Sí, yo tengo muchas cosas cubanas en mí..."soy una joven que vino de una isla muy lejana"

Refiriéndose así a Cuba, donde su familia pertenecía a la clase pudiente antes de la llegada de Fidel Castro al poder, en 1959.

Su tío Víctor Batista, residente en Madrid, declaró que:

""Ella sí ha mantenido un vínculo muy directo con sus raíces. Habla espa{ol perfecto y se siente muy cubana, a pesar de que es luxemburguesa y de que está representando a ese país...Le gustaría mucho conocer su país de origen el día que sea apropiado; tiene mucho interés en ir a Cuba".

Labores humanitarias

María Teresa se dedica desde hace años a estas labores humanitarias.

"Es desde lo más profundo de nuestro corazón que la Gran Duquesa y yo mantenemos nuestro compromiso con los más desfavorecidos", afirmó Enrique de Luxemburgo. Prueba de este compromiso es que la Gran Duquesa María Teresa es desde 1997 embajadora de buena voluntad de la UNESCO.

Preside además varias fundaciones de ayuda a enfermos de sida, personas disminuidas, enfermos de alzheimer, ciegos e inmigrantes. Como la fundación Enrique-María Teresa y presidenta de honor de la fundación Investigación sobre el SIDA. Casi el 50% de la fuerza laboral de Luxemburgo está compuesta por inmigrantes, muchos de ellos portugueses.

Además ha patrocinado varios festivales culturales y benéficos en Luxemburgo, apadrina un orfanato en Bielorrusia y en 1999 fue nombrada Doctora Honoris causa en la estadounidense Seton Hall University.

Enlaces externos